Los novios, previamente a la ceremonia realizan el baño de purificación con vapor, acompañado por música de tambores y flautas. Antes de la boda y de acuerdo con los antiguos rituales mayas, el novio ofrece a la novia un muhul; se trata de un paquete de regalos compuesto por una cadena de oro, listones, pasadores de madera para el pelo y un huipil (vestido tradicional largo y sin mangas). Una vez que la novia tiene su muhul, juntos toman un baño de purificación en un temazcal que se acompaña de música a base de tambores y flautas. Para la boda, la novia y el novio se visten de blanco, ella con su huipil especial y él con un traje de tela tejido a mano. La celebración se lleva a cabo entre el humo del incienso del copal (una resina aromática considerada sagrada y purificadora del entorno), flores, velas y antorchas o lámparas. Frente a la pareja se encuentra el chamán, quien evoca a los cuatro elementos: agua, tierra, viento y fuego, de manera que su presencia fortalezca y bendiga el lazo por muchos años. La unión de la pareja queda sellada por medio del intercambio de anillos o de algún otro objeto que represente el matrimonio y los votos. El banquete consta de queso relleno, tamales de boda, pavo en escabeche, pollo pibil (cocido en un hoyo de barbacoa), pok chuk (cerdo asado) y pozol (una bebida local hecha con maíz). Y como no puede faltar la música; el evento se acompaña por melodías de instrumentos de viento y percusión, que datan de tiempos prehispánicos, o por música clásica de violín o guitarra en vivo. Fuentes: |